Nunca he realizado la dieta Dukan, ni está dentro de mis preferencias retirar los hidratos de carbono de la alimentación, a no ser que éstos sean de trigo, cebada, centeno... Pero se esté o no de acuerdo en los métodos de esta famosísima dieta, lo cierto es que para una persona celíaca tiene sus ventajas tener que compartir mesa con alguien que sí la está realizando.
De tapas con una amiga que estaba haciendo dicha dieta:
- ¿Qué pedimos?
- Yo hoy sólo puedo tomar proteína, pero sin empanar ni rebozar.
- ¡Vaya! Eso de sin empanar ni rebozar normalmente soy yo quien lo dice...
Cenando en casa de unos amigos:
- Lo siento pero hoy te vamos a someter a la dieta Dukan. Hemos vuelto de vacaciones y nos hemos puesto a dieta.
- Por mí sin problema, porque al no tomar hidratos de carbono no vais a poner nada que tenga gluten.
Con estos ejemplos se aprecian dos ventajas fundamentales:
La primera y fundamental es que, al retirar los hidratos de carbono, tienes la seguridad de que no habrá pan, pasta, bollería o rebozados de por medio. Es más, si se es estricto, tampoco se deberían tomar productos elaborados con espesantes que puedan llevar gluten, etc. Aunque, al no ser una dieta derivada de una intolerancia o alergia, puede que se pase por alto el tema de las trazas.
La segunda, pero no menos importante, es que comes con una persona cuya dieta es muchísimo más restrictiva que la tuya y, por tanto, por una vez, tendrás un campo más amplio que tu acompañante de posibilidades gastronómicas. Eso sí, esta 'libertad' culinaria será sólo psicológica (que no es poco) ya que si, como en los dos casos anteriores, te hacen la comida o comes a solas con al otra persona, tu alimentación sin gluten se verá limitada a las proteínas (o a las verduras y proteínas, en función del punto en el que se encuentren del proceso).
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