sábado, 14 de diciembre de 2013

El Triciclo, un paseo por la gastronomía en Madrid

El Triciclo es un restaurante de reciente apertura, cuya fachada pasa casi desapercibida al caminar por la calle Santa María, en paralelo con la Calle Huertas, en el madrileño barrio de Las letras. Una pizarra con una escueta carta y unos tiestos decoran la entrada en color granate, sobre la que se puede leer su nombre en letras blancas.
Al entrar, recibe una decoración minimalista con aire rústico, con vigas de madera vistas, a juego con el material de los muebles, y paredes blancas.

El restaurante El Triciclo surgió con la unión de tres amigos cocineros que, tras haber trabajado en fogones ajenos, decidieron iniciar esta propuesta gastronómica donde los productos de temporada, el mimo de los ingredientes y la unión de sabores, culturas y técnicas se reflejan en su carta.

Ésta se divide en tres 'paseos':
  • Del mercado al Triciclo, donde los ingredientes se sirven practicamente al natural, conservando su frescura y calidad.
  • Un paseo en Triciclo, en el cual encontramos platos con más elaboración como guisos de diversa índole, con cierto tinte tradicional.
  • Un viaje en Triciclo, donde se despliegan una serie de creaciones en las que se emplean técnicas internacionales, ingredientes allende nuestras fronteras y mezclas que fusionan culturas gastronómicas.














La carta varía según las estaciones para adaptar los platos a los productos de temporada y ofrecer diferentes experiencias gastronómicas.  (Pulsa aquí para consultar la carta en su página web)
Para una persona celíaca, lo que más llamará la atención quizá sea que, a simple vista, casi todos los platos están realizados sin ingredientes que contengan gluten, lo cual se confirmará al preguntar al camarero, quien además en este local también es cocinero. Con ello se pretende ofrecer al comensal una información completa del plato que va a degustar: ingredientes, elaboración, sentido.
Por eso, es muy satisfactorio preguntar por aquello que uno, siendo celíaco, puede comer o no, ya que, si bien la mayoría de los platos se pueden tomar, en aquellos que llevan pan, o algún otro ingrediente vetado, te ofrecen las posibilidades que hay para modificarlo con todo detalle. Tal vez sea de los pocos sitios en los que no he tenido por respuesta un 'espera que pregunto en cocina', lo cual no es malo, ni mucho menos, pero marca la diferencia.

Una peculiaridad de su carta es la cantidad de ración que puede pedirse: una ración, media o un tercio, (aunque no está disponible en todos los platos). Así cada comensal puede elaborar su propio menú personalizado: cuando vaya una persona sola, para degustar una cantidad más variada de platos o para evitar problemas de compatibilidades de gustos/intoleracias/alergias cuando se vaya en compañía, por ejemplo.
Gambas con shisho y mango / Pollo de corral con carabineros
Entre las sugerencias: las verduras de temporada (si gusta el sabor natural de las verduras); el steak tartar con huevas y huevo (que se sirve sobre una rebanada de pan, pero que se puede adaptar sin problemas para una persona  celíaca); el pollo de corral con carabineros, un contraste que seguro animará a probar alguno de los arroces que ofrecen en El Triciclo los domingos; o las gambas con shisho y mango, un bocado muy recomendable en el que se mezclan sabores y culturas, que tendrá que ser adaptado si se es celíaco ya que el original se sirve con pasta filo. También dicen que los ravioli de rabo guisado son dignos de probar, pero ese plato se lo dejo mejor a los demás. En cuanto a los postres, la oferta es ideal si se quiere terminar con algo dulce, pero sin pesadez azucarada. Algunas de las opciones pasan por el queso idiazábal servido con manzanas y frutos secos o las frutas frescas con mojito.

Una visita recomendada aunque tal vez sea difícil ya que, desde que abrieron, tienen el libro de reservas muy comprometido. Pero siempre se puede aprovechar algún día entre semana u optar por probar la cocina de El Triciclo en la barra del restaurante, si no se quiere esperar demasiado para catar sus propuestas culinarias.

 

El Triciclo
Calle Santa María, 28
Madrid
Metro Antón Martín
@Triciclo_Madrid

lunes, 2 de diciembre de 2013

Caballeros del Celíaco: la broma hecha ilustración

Hace más o menos un mes, hablando entre amigos sobre las series que veíamos de pequeños...
-...Oliver y Bengi y el campo de fútbol que nunca se acababa.
-O los Caballeros del Zodiaco.
-Yo esos dibujos casi no los vía.
-Bueno, claro, que tú verías más los "Caballeros del Celíaco"...

He de confesar que en un primer momento me reí, hasta pensé en hacer una pequeña entrada con la broma. Pero la intensidad del momento se perdió, lo dejé pasar y al final cayó en las intenciones fallidas; en esa lista de entradas marcadas como 'borradores' que nunca llegarán a ver la luz.

Sin embargo, hace unos días, un mensaje salvó a esa antigua entrada de la oscuridad, pues me llegó la siguiente imagen:


La ilustración está realizada por Dani Hellez y podéis encontrar el original, así como otras de sus creaciones en su blog Cordero Degollazine. Está publicada a finales de noviembre. 
Menos mal que no publiqué la entrada sobre la broma cuando me la gastaron, no habría visto de forma tan visual que el juego de palabras estaba en la cabeza de más de uno.

Hacer una broma puede hasta pasar desapercibido con el paso del tiempo. Pero haber sido tan meticuloso/profesional/dedicado como para hacer el chiste de forma gráfica y con bastante esmero, no podía sino ser publicada, aunque sea a modo anecdótico, en este blog.
Un síntoma más de que la celiaquía cada vez es más conocida, incluso sus chistes y bromas se materializan, dando un paso más allá de la mera casualidad en mitad de una conversación entre amigos.