Es curioso como el alcohol casi ni se menciona en las guías de celíacos o de alimentos sin gluten.
En numerosas ocasiones, al 'confersar' que eres celíaca surgen comentarios del tipo:
-Pues vaya púa.
-Si no podéis comer nada.
-No se puede ir a comer a ningún sitio contigo.
Si
bien pueden presentarse alguna que otra limitación, no es, ni con
mucho, difícil comer con un celíaco. Pero reconozco que no todo el mundo
tiene la misma paciencia, la misma capacidad resolutiva o los mismos
conocimientos sobre aquello del gluten.
Así
que como alternativa para los celíacos mayores de edad no abstemios, hay solución para pasar una velada lejos de las trazas de gluten: las bebidas espiritosas. No llevéis a los celíacos a cenar si os va a resultar un quebradero de cabeza: llevadlos directamente a tomar una copa.
Una alternativa para 'tomar algo' una noche, sin que el gluten esté presente o tenga que ser el centro de la conversación.
En
lo que a bebidas alcohólicas se refiere, los celíacos sólo tienen
problemas con la cerveza (a no ser que sea 'sin gluten') pero el vino puede ser un sustituto perfecto. Si pasamos el plano de las bebidas con mayor graduación, las limitaciones son más bien escasas: algunos licores de crema de café o crema de chocolate, pues en su composición puede que lleven algunos ingredientes con gluten, pero son los menos. Descartando a éstos, la carta de posibilidad es amplísima: ron, whisky, vodka, ginebra, brandy, curaçao, anís, aguardiente, pacharán... Sin preocupaciones por las frutas, zumos o natas que puedan contener en sus infinitas combinaciones. Y no, las sombrillas, flores y demás ornamentaciones plásticas que puedan coronar el cóctel tampoco son con gluten, aunque dudo de su buena digestión.
Se irán publicando propuestas en este sentido, al igual que con los restaurantes. De momento, la primera: Redvelvet.
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