viernes, 16 de septiembre de 2011

No, celíaca no es mi nombre ni mi signo zodiacal

- .... soy celíaca.
-¡Ah, yo géminis! (o cualquiera de los compañeros del conjunto zodiacal)

-... soy celíaca.
-¿¿Pero tú no te llamabas Fulanita??

-...soy celíaca.
-Encantado, yo Antoniaco (de ésta incluso hay grupo en Facebook, -sí, es de las mejores-)

Son algunos ejemplos de las anécdotas que puede ir recopilando una persona celíaca a lo largo de los años, cuando en una conversación sale por primera vez el tema y su interlocutor quiere hacer gala de cierto humor negro, aunque a veces se quede en gris oscuro casi claro.
Estas pequeñas bromas, pueden generar al principio -o en algunas personas durante toda su vida- cierta incomodidad. No olvidemos que la celiaquía no deja de ser una enfermedad. Aunque por otro lado, hay que señalar que el tratamiento se limita a una dieta exenta de gluten (con las complicaciones que puede conllevar, sí, pero no es el caso a tratar en esta entrada).
Soy la primera que reconoce que cuando no levantaba un par de palmos del suelo me molestaba sobremanera las bromas e incluso comentar que era celíaca, pero con el paso del tiempo aprendes que el humor es el mejor vehículo para poder llevarlo, sobre todo en sociedad. Y presentarte en sociedad como celíaca es el primer paso para que los demás acaben por llevarlo bien.
Gracias a campañas invasivas como las del Mercadona, que ya tomará protagonismo en futuros posts, la presentación en sociedad es mucho más sencilla puesto que la gente ya ha oido algo sobre el tema, eso sí, saber o no del tema no está en relación directa con la cantidad de bromas que pueden hacerse, de hecho la ignorancia de la enfermedad en ocasiones agudiza aun más si cabe el ingenio del interlocutor. Pero sea como sea la reacción, siempre desencadenará una retahíla de preguntas, comentarios o conocimientos propios por experiencias cercanas, que desviarán la atención de la conversación durante unos minutos, variando según el interés. 
Con cada nueva presentación en sociedad siempre escucho expectante las reacciones de la gente y ahora mucho más, pues sin ellas, poca vida tendría este bitácora.

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