lunes, 30 de abril de 2012

Celíacos: la envidia en el avión (pero no siempre)

A bordo de un avión, sirven un pequeño aperitivo compuesto de un sandwich y una barrita de cereales, en mi caso, habiéndolo solicitado previamente me traen otra cosa:
-Su menú sin gluten.
-Muchas gracias...
El paquete era abultado, una de esas bolsas de papel donde te puedes encontrar desde un producto de bollería hasta una pieza de fruta. En mi caso, era la segunda opción, eso sí, la segunda opción por dos: al abrirlo me encuentro con una manzana y una nectarina.
-Vaya, tu menú sin gluten es polivalente. Sirve para vegetarianos, veganos, musulmanes, hindúes,..
-Ya, ya pillo el concepto.
-Espera que hay más: para intolerantes a la lactosa, diabéticos, dietas bajas en calorías, para los que tienen el colesterol alto, para los alérgicos a los frutos secos... 

Efectivamente, mi menú en esa ocasión más que 'sin gluten' era menú comodín. A pesar de que cuando sirven comidas o cenas, y no tentempiés, es incluso hasta más recomendable pedir de antemano un menú sin gluten. Siempre sabes lo que te va a toca: arroz, pollo y/o verduras. Y por el momento siempre ha estado bueno. La mayoría de veces es mejor opción que el filete empanado pasado, la lasaña grasienta o la pasta fría que suelen poner al resto de pasajeros 'no celíacos'. Por no decir los beneficios y el ahorro de sufrimiento cuando en lugar de una tarta no identificada te ponen uvas u otra fruta. Incluso en algunos te incluyen pan sin gluten (muy de agradecer más que por lo de comer pan -que en mi caso no es una costumbre-, por el detalle).
El pedir un menú sin gluten en un avión suele causar cierto revuelo entre los compañeros de travesía para ver qué habrán puesto en esa bandeja que marcan con una pegatina bien visible: SIN GLUTEN, o SG. Unas veces surgen las envidias, de lo cual no les culpo, razones tienen. Pero en otras desearías que a tu acompañante se le agotaran en menos de un minuto todas las dietas para las que serviría el menú que te han puesto a ti como 'celíaca'.

martes, 24 de abril de 2012

Los libros (afortunadamente) no tienen gluten

Pasteles en forma de libro (2011). Pastelería Nunos, Madrid
-Muchas gracias por el libro, me encanta. Ya lo he empezado, pero con la de trabajo que tengo ahora, no sé cuándo lo voy a poder terminar.
-No tienes excusa para poder terminarlo... ¡es sin gluten!

...Sí, no hay excusa, sin gluten 100%, superando sin problemas las normativas pertinentes. Qué bueno hubiera sido que algún que otro libro hubiera contenido gluten y que en vez de tener que pegarme un empacho literario hubiera tenido que rechazarlo y evitar así zampármelo. Podría haber hecho uso de mi condición de celíaca para evitar, no sólo una digestión truncada, sino un empacho verborreico. Pero eso sólo con los libros pesados. De haberme tenido que comer otros, sólo por el festín literario, me habría importado bien poco la indigestión.


Pd: aviso a celíacos, la foto es meramente ilustrativa, no son pasteles sin gluten.



A José, cuya inspiración para participar de forma indirecta en este blog no podría haber tenido otro cariz que el literario



lunes, 23 de abril de 2012

Un secreto sobre Hacendado y su pasta

Unas horas antes de ir a casa de unos amigos a cenar...
-Y qué vamos a cenar.
-Espagueti a la carbonara, que la salsa les sale genial, además han pensado en ti y no han añadido harina ni nada que no puedas tomar...
-Ya, pero los espagueti son de trigo.
-No, los han comprado sin gluten.
-¡Ah! Pues qué detalle... ¿seguro? Que si no, puedo llevármelos yo de casa y así probamos lo buena que está esa salsa.
-No, no te preocupes, si los han comprado marca Hacendado.
-¿Y? La pasta de Hacendado igualmente lleva gluten, porque es de trigo.
-Ya, la pasta normal sí, pero parece mentira que seas celíaca: ¡¡todo lo que hay en Mercadona es sin gluten!!

Bien, os contaré un secreto, pero no se lo digáis a nadie: muchos productos del Mercadona son sin gluten, pero no todos. Además los básicos que normalmente se hacen con harina de trigo como el pan, la pasta o las galletas, LLEVAN GLUTEN. Si no lo llevaran, entonces veríais la diferencia no sólo en el sabor (aunque ha mejorado la pasta sin gluten), sino en el aumento astronómico del precio, ya que serían de harina de maíz o arroz, en lugar de trigo.
Cierto es que en Mercadona se pueden encontrar productos sin gluten como pan y galletas, pero pertenecen a marcas especializadas. También se encuentra pasta de arroz o maíz de la marca Gallo (no de la de Hacendado-aún-), pero es una línea especializada, totalmente diferente a la línea de productos de trigo.

CONSEJO:
Si vais a hacer una cena en casa y queréis hacer pasta, y además va una persona celíaca tenéis varias opciones:
-Pedirle a la persona celíaca en cuestión que se traiga una ración de casa para cocinarla (puede ser la solución más fácil si no tenéis ocasión de ir a comprarla o si dudáis a la hora de adquirirla).
-Hacer toda la pasta sin gluten (en función del número de comensales puede salir bastante caro, además de que el punto de cocción es diferente, pero puede ser una solución si sois dos a la mesa)
-Comprar pasta sin gluten y hacer una ración para la persona celíaca (es un detallazo, pero se entiende que se opte por la primera opción)

...Pero por favor, lo más importante, hagáis lo que hagáis, que no sea PASTA DE TRIGO!! ;)

lunes, 16 de abril de 2012

Te quiero... por el pan

Qué bien suena aquello de:

-Me encanta comer contigo... 

Qué reconfortante suena, qué gratificante.
Pero este es uno de los casos en los que una persona celíaca no debe olvidar nunca precisamente eso, que es celíaca. Hay que mantener las alertas activadas. Y no es para menos. Puede haber razones ocultas tras ese elogio.
La primera vez te confías, te dejas llevar por la felicidad del comentario y es entonces cuando caes en una especie de decepción irónica cuando a ese 'me encanta comer contigo' le matiza una aclaración del tipo:

-... Es que me encanta el pan y como tú no lo puedes comer, siempre tengo más cantidad.

Sí, ventajas de comer fuera de casa con una persona celíaca. Pero es totalmente simbiótico: tú das ración doble de pan a tu acompañante y él te devuelve el agradecimiento alabando tus intolerancias. ¡Los 'beneficios' son mutuos!

¡Comer con una persona celíaca tiene sus ventajas!

lunes, 9 de abril de 2012

¡¡En la mesa no se habla de celiaquía!!

Sentados a la mesa, en un restaurante cualquiera. El gluten de por medio en alguna comida que te ofrecen y tú tienes que decir no. Situación más que habitual. 
Normalmente es suficiente con la negación, pero en función de lo apetecible que sea el manjar, el comensal insistirá más o menos hasta que te veas en la obligación de justificar tu negativa y decir:

-No gracias, de verdad. Es que soy celíaca y no puedo tomarlo.
-¿Qué no puede tomar exactamente? 
-Gluten... vamos ni pan, ni pasta, o por ejemplo, lo que me estás ofreciendo...
-¡Ah! Y qué te pasa si lo comes?
-Reacción intestinal.
-Ya pero exactamente?
-Como una gastroenteritis.
-¿Pero gastroenteritis cómo?
-Te explico cuando terminemos de comer todo el proceso... y tu trabajo qué tal?
-No hombre, pero no cambies de tema ahora, cuéntamelo.
-Pues eso, daño en el intestino.
-Quieres ser más específica?
-Diarrea y vómitos. ¿Ya más claro?
-¡Que te cagas vaya! 
- o_O'

Tú intentando no ser desagradable, no tocar ciertos temas porque estás en plena comida, y tu acompañante, sin complejos, te suelta a las claras lo que estabas intentando evitar. 

Aunque otra reacción puede ser, después de la misma insistencia y de los mismos malabares para evitar el tema:
-Diarrea y vómitos. ¿Ya más claro?
-Que estamos comiendo, cómo eres...
-¬¬'


Sí, la celiaquía también tiene su parte escatológica. No todo iban a ser bromas con la comida. Con los efectos secundarios hay también una amplia gamas de reacciones. Cuando el tema sale a colación en la mesa, el intento de la persona celíaca por desviar el tema para no llegar ni a una ni a otra contestación a veces se torna harto complicado. Eso sí, las anécdotas, de momento en mi caso, no han sido demasiado divertidas, aunque sí motivo de muchas risas para terceros...