lunes, 9 de abril de 2012

¡¡En la mesa no se habla de celiaquía!!

Sentados a la mesa, en un restaurante cualquiera. El gluten de por medio en alguna comida que te ofrecen y tú tienes que decir no. Situación más que habitual. 
Normalmente es suficiente con la negación, pero en función de lo apetecible que sea el manjar, el comensal insistirá más o menos hasta que te veas en la obligación de justificar tu negativa y decir:

-No gracias, de verdad. Es que soy celíaca y no puedo tomarlo.
-¿Qué no puede tomar exactamente? 
-Gluten... vamos ni pan, ni pasta, o por ejemplo, lo que me estás ofreciendo...
-¡Ah! Y qué te pasa si lo comes?
-Reacción intestinal.
-Ya pero exactamente?
-Como una gastroenteritis.
-¿Pero gastroenteritis cómo?
-Te explico cuando terminemos de comer todo el proceso... y tu trabajo qué tal?
-No hombre, pero no cambies de tema ahora, cuéntamelo.
-Pues eso, daño en el intestino.
-Quieres ser más específica?
-Diarrea y vómitos. ¿Ya más claro?
-¡Que te cagas vaya! 
- o_O'

Tú intentando no ser desagradable, no tocar ciertos temas porque estás en plena comida, y tu acompañante, sin complejos, te suelta a las claras lo que estabas intentando evitar. 

Aunque otra reacción puede ser, después de la misma insistencia y de los mismos malabares para evitar el tema:
-Diarrea y vómitos. ¿Ya más claro?
-Que estamos comiendo, cómo eres...
-¬¬'


Sí, la celiaquía también tiene su parte escatológica. No todo iban a ser bromas con la comida. Con los efectos secundarios hay también una amplia gamas de reacciones. Cuando el tema sale a colación en la mesa, el intento de la persona celíaca por desviar el tema para no llegar ni a una ni a otra contestación a veces se torna harto complicado. Eso sí, las anécdotas, de momento en mi caso, no han sido demasiado divertidas, aunque sí motivo de muchas risas para terceros...

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