jueves, 29 de agosto de 2013

Las ventajas para un celíaco de compartir mesa con la dieta Dukan

Nunca he realizado la dieta Dukan, ni está dentro de mis preferencias retirar los hidratos de carbono de la alimentación, a no ser que éstos sean de trigo, cebada, centeno... Pero se esté o no de acuerdo en los métodos de esta famosísima dieta, lo cierto es que para una persona celíaca tiene sus ventajas tener que compartir mesa con alguien que sí la está realizando.

De tapas con una amiga que estaba haciendo dicha dieta:
- ¿Qué pedimos?
- Yo hoy sólo puedo tomar proteína, pero sin empanar ni rebozar.
- ¡Vaya! Eso de sin empanar ni rebozar normalmente soy yo quien lo dice...

Cenando en casa de unos amigos:
- Lo siento pero hoy te vamos a someter a la dieta Dukan. Hemos vuelto de vacaciones y nos hemos puesto a dieta. 
- Por mí sin problema, porque al no tomar hidratos de carbono no vais a poner nada que tenga gluten.


Con estos ejemplos se aprecian dos ventajas fundamentales: 
La primera y fundamental es que, al retirar los hidratos de carbono, tienes la seguridad de que no habrá pan, pasta, bollería o rebozados de por medio. Es más, si se es estricto, tampoco se deberían tomar productos elaborados con espesantes que puedan llevar gluten, etc. Aunque, al no ser una dieta derivada de una intolerancia o alergia, puede que se pase por alto el tema de las trazas. 
La segunda, pero no menos importante, es que comes con una persona cuya dieta es muchísimo más restrictiva que la tuya y, por tanto, por una vez, tendrás un campo más amplio que tu acompañante de posibilidades gastronómicas. Eso sí, esta 'libertad' culinaria será sólo psicológica (que no es poco) ya que si, como en los dos casos anteriores, te hacen la comida o comes a solas con al otra persona, tu alimentación sin gluten se verá limitada a las proteínas (o a las verduras y proteínas, en función del punto en el que se encuentren del proceso).

viernes, 16 de agosto de 2013

La panera y otras cosas inservibles en una mesa si tienes celiaquía

Cuando se va de tapas con amigos, si la mesa es muy pequeña y la cantidad de elementos en ella es abundante, los objetos se diferenciarán entre comestibles y no comestibles (sin olvidar las bebidas). Si no tienes ninguna limitación/alergia/intolerancia los elementos que ignoraras a la hora de hacer tu incursión gastronómica serán la carta, el servilletero... y tal vez algún otro adorno o cenicero, en función de las peculiaridades de cada lugar. Pero si eres celíaco, esa lista variará:

En una mesa de cuatro, compartida entre cinco personas, con varias bebidas y platos, carta, servilletero y panera en ella:
-¡Uy! Mejor te quito la panera de tu lado.
-No te preocupes que no me molesta.
-Es que ya que no puedes comer pan. Que además parece mala idea ponértelo ahí delante.
-¡Ah! Si es por eso, no hay problema. Me molesta lo mismo que me podría molestar un servilletero, para mí lo que hay en la panera no es comida.



Y es cierto. Cuando se es celíaco desde la infancia, el continuo acto de no coger pan de la panera cuando comes fuera de casa hace que este elemento se convierta de forma involuntaria en un objeto decorativo:
-No lo identificas como comida, porque no te lo puedes (debes) comer.
-Por más lleno que esté no vas a tener tentación de coger.
-Te incomoda lo mismo que cualquier otro objeto como un florero, un servilletero o la carta.

Además, tranquilos: tener cerca pan, mientras que permanezca quietecito en su panera, sin caer a los platos, no supone ningún riesgo.